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Las Pirámides de Gizeh
IDENTIFICACIÓN
Arquitectura funeraria. Son las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos. Estas tumbas forman parte de la necrópolis de Gizeh. Se localizan en la orilla oeste del Nilo, a unos 20 Km de El Cairo.
Se construyeron en el Imperio Antiguo (hacia el 2.500 a C) por los faraones de la IV dinastía.
Pertenecen al arte Egipcio.
ANÁLISIS FORMAL
Las pirámides de Keops, Kefren y Micerinos (para el análisis tomaremos de modelo la del faraón Keops, llamada la Gran Pirámide) destacan majestuosas sobre todo el conjunto funerario de Gizeh, junto a ellas hay un gran número de pirámides menores, algunas escalonadas, destinadas a la familia del faraón, mastabas para los notables y funcionarios y diversidad de templos. Todo el recinto arqueológico está presidido por la esfinge de Gizeh que da nombre al lugar.
Las pirámides están construidas con enormes sillares de piedra caliza traídos de las canteras del Sur a través del Nilo, colocados “en seco” sin argamasa. Utilizaron miles de bloques para su ejecución, con útiles y técnicas poco avanzados. La obra de la Gran Pirámide duró unos 20 años, se calcula que trabajaron más de 100.000 obreros entre esclavos y campesinos.
Por una puerta orientada al norte se entra en el interior; tras cruzar el umbral aparece un corredor que se bifurca en un pasillo angosto que desciende hasta una cámara subterránea y otro ascendente que conduce a la gran galería que nos llevará a la mal llamada cámara de la reina, a la antecámara y ya en el centro de la pirámide, a la cámara del faraón.
La cámara del faraón está construida con losas de granito al igual que el sarcófago; destacan sus reducidas dimensiones que contrasta con el colosalismo exterior. Si miramos hacia arriba descubrimos que la cámara está cubierta por unas hileras de losas a doble vertiente, imitando a los tejados a dos aguas. Fue la solución que emplearon para desviar los empujes y el peso de los enormes bloques de piedra. El lugar sobrecoge, recordemos que era la morada eterna del faraón. También hay varios conductos de ventilación y corredores intercomunicados.
El exterior es imponente, la pirámide de Keops tiene una planta cuadrada de más de 200m de lado y una altitud de 146m, hoy 137m, destaca el carácter macizo, la ausencia de vanos, el predominio de líneas rectas, toda la pirámide estaba rematada con losas de granito y coronada por un piramidón dorado que resplandecía con el reflejo del Sol. El complejo funerario constaba de varias partes: el templo del valle a orillas del Nilo donde desembarcaba la momia del faraón, la avenida ceremonial o calzada procesional por donde la comitiva acompañaba al féretro y por último la pirámide.
COMENTARIO
El historiador griego Herodoto dijo que las pirámides eran una de las siete maravillas de la Antigüedad. Hoy siguen despertando admiración y sorpresa ver su monumentalidad desafiante en el desierto. Las pirámides de Gizeh y sobre todo la de Keops son el mejor símbolo del Egipto faraónico y demuestran como el arte estaba al servicio del poder, era un arte oficial donde principalmente se construían templos para los dioses y tumbas para los faraones.
Llama la atención la magnitud de la obra, el tamaño desproporcionado de estas tumbas, para comprender su significado hay que entender la obsesión que tenían los egipcios con la religión y la inmortalidad. La pirámide no era una tumba cualquiera, era la morada eterna del faraón. La casa donde el Ka volvía a encontrarse con su otro yo, de ahí la importancia de la momificación y de que su nueva casa reuniera las condiciones apropiadas para la eternidad.
La construcción de las tres grandes pirámides es fruto de una larga evolución, se inició con las mastabas, continuó con las pirámides escalonadas y alcanzó su cenit y perfección aquí. A partir del Imperio Nuevo se abandona este tipo de construcción funeraria, los faraones optan por tumbas más discretas y difíciles de encontrar: los hipogeos, tumbas excavadas en la roca situadas principalmente en el Valle de Los Reyes y de las Reinas, a Poniente de la nueva capital: Tebas. Recordemos que en Egipto las tumbas se localizaban a Poniente, en el mundo de Osiris, donde se ponía el Sol.
A través de su estudio podemos deducir que pese a utilizar técnicas constructivas simples (no emplearon ni la rueda, ni el hierro) fueron necesarios avanzados estudios matemáticos, geométricos y arquitectónicos que hicieron posible estas edificaciones.
Por otro lado este tipo de construcciones requirió un fuerte control social y una buena organización que hiciera posible el trabajo de más de cien mil personas. Los egipcios obedecían a su faraón, lo consideraban un Dios y creían en la inmortalidad. Por La variedad de tumbas que aparecen en la necrópolis conocemos la fuerte jerarquización social que existió en esta Civilización.
Las pirámides de Gizeh han perdurado a lo largo del tiempo pese a las inclemencias del tiempo y a la acción del hombre. Después de casi cinco mil años siguen asombrando a la humanidad y levantando todo tipo de hipótesis. Es obligación de todos preservar y cuidarlas, son el legado de nuestros antepasados, nuestra memoria.