EL CONTEXTO HISTÓRICO Y LOS
FACTORES CONDICIONANTES DEL ARTE GRIEGO (Introducción)
Esquema
Concepto de arte clásico
Periodos y cronología: periodo arcaico, clásico y helenístico
La Heláde. Conjunto de polis con la misma cultura.
Medio físico accidentado. Las Colonizaciones.
los pilares de la civilización griega:
- Ciudadanos y Democracia.
- Antropocentrismo.
- Mitología y religión. Dioses humanizados.
- Pensamiento racional.
- Busqueda de la belleza ideal y la perfección.
¿Qué
entendemos por clásico?
El “arte
clásico” es un concepto de la Historia del Arte que nos
remite a la Antigüedad, época en la que se forjaron las bases
formales y estéticas del arte occidental. Unos ideales a los que se
volverá, de forma recurrente, en diferentes momentos de la historia
(Roma, Renacimiento, Neoclasicismo...)
El término “clásico”
se utiliza con mucha frecuencia, pero en la Historia del Arte sólo
hay un arte clásico, y éste nació y se formó en la antigua Grecia
y tuvo su continuación en la época del Imperio Romano.
Cronología y periodos
La Historia de Grecia Antigua y el Arte griego se divide en tres periodos.
Período arcaico: s. VIII-VI
a.C.
Período
clásico: s.V-IV
a. C.
Período helenístico: s. IV- II a. C.
El período arcaico es una época de formación. Durante esta etapa reciben influencias de: la civilización
Cretense, la civilización Micénica y, sobre todo, las grandes
civilizaciones orientales, especialmente la egipcia. Es una época en
la que el arte evoluciona desde el geometrismo hacia el naturalismo.
El período clásico
representa la culminación y perfeccionamiento de todas las
manifestaciones artísticas griegas, tanto a nivel formal como
técnico. Esta plenitud coincide, y no por casualidad, con el
apogeo político, económico y cultural de las “Polis”
griegas, en especial Atenas. En estos años nace la
“Democracia” como forma de organización política del
Estado. El siglo V a. de C. es el verdadero siglo de oro de la
cultura griega. El nuevo sentido de la belleza basado en un ideal de medida y proporcionalidad, la visión antropocéntrica del arte y la aparición de grandes artistas convierte a este periodo en uno de los momentos estelares de la Hª del Arte.
La decadencia política de las polis a lo largo
del s. IV a. de C., consecuencia directa de las guerras del
Peloponeso, marca un cambio fundamental en el arte, que evoluciona
hacia nuevas formas de expresión.
El período
helenístico supone una profunda transformación de la
civilización y la cultura griega. El imperio creado por Alejandro
Magno (336-323 a de C.) hará posible la difusión de la cultura
griega por un espacio geográfico que desbordó los estrechos límites
de la época clásica. Con la cultura griega viajaron las formas
artísticas y las soluciones técnicas ideadas por los griegos que, a
partir de ese momento, se convirtieron en el referente
estético indiscutible en toda la cuenca mediterránea. Para
muchos historiadores esta etapa está ya fuera de los límites
cronológicos del arte griego, por considerar que sus resultados
estéticos son distintos del arte griego clásico.
El ESPACIO GEOGRÁFICO: LA
HÉLADE Y LAS COLONIAS
Los griegos o Helenos, los habitantes de la “Hélade” nunca constituyeron una nación o estado unitario. Se trataba más bien de un
conjunto de tribus que tenían en común la lengua, la creencia en
unos mismos dioses y mitos ancestrales, así como unos mismos
antepasados. Es decir, compartían una misma cultura.
Estuvieron
organizados políticamente en “Polis” o “Ciudades-Estado”
independientes entre sí y, a menudo, en guerra. Destacan Atenas, Esparta, Corinto, Tebas, Éfeso, etc. Su origen
histórico se remonta a las invasiones indoeuropeas como los “Aqueos”.
El medio físico:
La península Balcánica y la del Peloponeso tienen un medio físico
accidentado, montañoso y difícil, eran tierras rodeadas por
el mar y fragmentadas, a parte de los territorios peninsulares contaban con más
de 8.000 islas. La vocación marinera y viajera de este pueblo, la
búsqueda de recursos determinaron un amplio movimiento migratorio
a lo largo y ancho del Mar Mediterráneo.
Muchas de las polis
griegas fundaron “colonias” en las dos orillas de este mar
a partir del s. VIII a de C., por las costas meridionales de
la Península Itálica y en la isla de Sicilia, a la que llamaron la
“Magna Grecia”; a lo largo de las costas de la Península
Ibérica, de Asia Menor (la actual Turquía), en las costas de la
actual Francia, por el norte de África…incluso en las costas del
Mar Negro. Muchas de las más antiguas ciudades de estos territorios
deben su origen a aquellas primeras colonias griegas. En estos
lugares los griegos implantaron su civilización, que allí floreció
de forma extraordinaria, a veces mejor que en la madre patria (las
Metrópolis fundadoras…). De tal manera, que al hablar de la
civilización griega no nos estamos refiriendo al reducido ámbito
geográfico de la actual Grecia, sino al amplio, diverso y rico mundo
de la “civilización griega”, que extendió su lengua, sus mitos,
sus dioses… Su modo de vida, en definitiva, a lejanas tierras,
convirtiendo a la cuenca mediterránea en el verdadero crisol de la
civilización clásica.
El resultado es, sin embargo, una
civilización con caracteres y resultados unitarios. Y es el arte el
mejor testimonio de ese pasado griego. Hoy, cuando viajamos, podemos
encontrar un templo griego en la isla de Sicilia, un teatro en las
costas de Turquía, o restos de la bella ciudad de Alejandría, en
Egipto. Todos ellos son el mejor testimonio de aquella civilización
que legó a la Humanidad un ideal de belleza que hoy, casi
veinticinco siglos después, seguimos considerando clásico.
Las claves de la
civilización griega
- Los ciudadanos y la Democracia: Los griegos nunca
constituyeron un estado unitario; se trataba de una comunidad de
hombres libres, de una “Comunidad de Ciudadanos ”. La
libertad y la independencia individual son la base de esta sociedad.
La igualdad de derechos entre los hombres libres, los
únicos ciudadanos, constituye uno de los pilares sobre los que se
construye el gobierno del pueblo, la Democracia (polis de Atenas)
- El Antropocentrismo: El hombre se convierte en el eje de su cultura.
Por ello, la cultura griega es una “cultura antropocéntrica”,
donde, como diría Protágoras, “El Hombre es la medida de todas
las cosas”. Este individualismo se traslada al ámbito
artístico, donde el artista se convierte en un hombre consciente de
su propia valía y genio creador; su obra aparece como una creación
libre y cobra fama a través de los tiempos. Fidias, Praxíteles o
Polícleto no son sólo nombres, son la encarnación del ideal
clásico de belleza, individuos concretos, artistas en definitiva.
Nace el artista.
- Mitología y Religión.
La religión griega es muy diferente a la de las culturas orientales,
los dioses helenos sienten y actúan como humanos. Estos dioses
representan una religiosidad humanizada. No estaba regida por
una casta sacerdotal. La Mitología griega será, además, la
principal fuente de inspiración para los artistas y
determinará, la
iconografía y los temas a tratar. La mitología es el vínculo
entre todos los griegos; las hazañas e historias que entrelazan la
vida de estos dioses jóvenes, bellos y eternos, y de los héroes,
estaban impregnadas de individualidad y sus comportamientos, eran tan humanos como los de los propios
hombres. Los griegos crearon a los
dioses a su imagen y semejanza; y ahí reside la radical diferencia
entre su religiosidad y la de las grandes civilizaciones orientales o
la que impondrá, posteriormente, el cristianismo. Serán, por
tanto, los dioses y sus hazañas, los que servirán de cauce para
expresar el ideal clásico de belleza forjado por los griegos.
- El pensamiento racional: otro de los
factores claves de la civilización griega fue la
libertad de pensamiento. A diferencia de las civilizaciones
anteriores el razonamiento, la observación y la experiencia
son los instrumentos que permiten conocer la
realidad. Nacen la filosofía y la ciencia. La armonía y la
proporción matemática será la base del ideal de belleza clásico. En este contexto
histórico nace la Civilización Occidental.