TEMAS
1.- Introducción al Renacimiento.2.- El Quattrocento italiano.
2.1.-Arquitectura: Brunelleschi y Alberti.
2.2.- Escultura: Donatello y Ghiberti.
2.3.-Pintura: Fra Angélico, Masaccio, Piero della Francesca y Botticelli.
3.- El Cinquecento y la crisis del Manierismo en Italia.
3.1.-Arquitectura: Bramante, Miguel Ángel y Palladio.
3.2.-Escultura: Miguel Ángel.
3.3.-Pintura: Leonardo, Rafael y Miguel Ángel. La escuela veneciana.
4.- España.
4.1.- Arquitectura: del Plateresco al Escorial.
4.-2.- Escultura: los primeros imagineros: Berruguete y Juni.
4.3.- Pintura: El Greco.
DIRECTRICES PAU
El Renacimiento italiano representa una etapa decisiva en el desarrollo de la civilización occidental.
Su nacimiento en los albores del siglo XV (el "Quattrocento" o Renacimiento temprano) y el excepcional esplendor que conseguirá en el siglo XVI (el "Cinquecento": alto Renacimiento hasta 1520, fecha de la muerte de Rafael, y Manierismo posteriormente) contribuyeron a la transición entre la Europa medieval y la Edad Moderna.
Este período de investigación y plenitud creadora bastó para forjar en el terreno de las artes un sistema de representación, que perduraría intacto hasta fines del siglo XIX.
Explicar la aparición del humanismo y el sentido antropocéntrico del arte en las "cortes" italianas del siglo XV, donde los artistas combinaron las impresiones ópticas del mundo visible con un sentido de estructura interior, que derivó, tras múltiples indagaciones, a la esfera de la teoría de las proporciones, la perspectiva y la anatomía.
En el terreno arquitectónico fue donde mejor se observa el resurgir de los motivos clásicos y su adaptación a las necesidades contemporáneas. Analizar la armonía y dignidad de estas estructuras a partir de los logros conseguidos por Brunelleschi en Florencia y Alberti en Mantua.
La recuperación de los valores clásicos en la figura y en el relieve se estudian en los relieves de Ghiberti para las puertas del Baptisterio de la Catedral de Florencia. Conviene señalar la personalidad de Donatello, sus aportes a la técnica escultórica y la importancia de la escultura ecuestre en el Renacimiento.
En el terreno arquitectónico fue donde mejor se observa el resurgir de los motivos clásicos y su adaptación a las necesidades contemporáneas. Analizar la armonía y dignidad de estas estructuras a partir de los logros conseguidos por Brunelleschi en Florencia y Alberti en Mantua.
Con respecto a la pintura, Fra Angélico permite estudiar el intimismo religioso y avances técnicos como la perspectiva lineal, el sentido del dibujo y el color en la pintura renacentista. Asimismo, apuntar la gravedad psicológica de Masaccio y su plasticidad; el uso de la luz como elemento expresivo en Piero della Francesca, y el dibujo ondulante y nervioso de Botticelli.
El siglo XVI italiano contempla la "época de los genios". Pero la belleza emanada del equilibrio entre efectos ópticos y estructuras, la síntesis entre lo clásico y lo cristiano comienza a disolverse, dando paso, por la reiteración de tipos y patrones ya establecidos, a la complacencia en el equívoco manierista. Es entonces cuando las nítidas composiciones piramidales, las proporciones naturales y graciosos ademanes son sustituidos por composiciones nerviosas, carentes de espacios y atestadas por imágenes turbulentas, artificialmente alargadas y, a veces, arbitrariamente coloreadas, donde triunfa la "figura serpentinata''.
Examinar los logros arquitectónicos del periodo a través de los edificios de Bramante, Miguel Ángel y Palladio.
Exponer el valor de la escultura de Miguel Ángel y la evolución de su estilo mediante la consideración de sus principales obras.
Respecto a la pintura poner especial énfasis en la obra de los grandes maestros, advirtiendo las diferencias entre el diseño romano y la pintura colorista de la escuela veneciana, ejemplarizada en Tiziano.
Por lo que respecta al siglo XVI español, profundizar en sus tendencias arquitectónicas: el plateresco, el purismo y el clasicismo herreriano. Estudiar la imaginería cristiana del período a través de Berruguete y Juni, y resumir la actividad pictórica en la figura del Greco.
El siglo XVI italiano contempla la "época de los genios". Pero la belleza emanada del equilibrio entre efectos ópticos y estructuras, la síntesis entre lo clásico y lo cristiano comienza a disolverse, dando paso, por la reiteración de tipos y patrones ya establecidos, a la complacencia en el equívoco manierista. Es entonces cuando las nítidas composiciones piramidales, las proporciones naturales y graciosos ademanes son sustituidos por composiciones nerviosas, carentes de espacios y atestadas por imágenes turbulentas, artificialmente alargadas y, a veces, arbitrariamente coloreadas, donde triunfa la "figura serpentinata''.
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