Está situada en la Bahía de Nápoles, en el Tirreno, protegida por una cadena montañosa de la que destaca el Vesubio (volcán activo de unos 1281 mts, conocido como el Gran Cono).
Nápoles es la capital de la Región de Campania y una de las ciudades más representativas del Sur de Italia. Tiene cerca de un millón de personas. Es bulliciosa y colorista. La huella histórica es palpable en todos los rincones, perteneció a España (Corona de Aragón). Posee un centro declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO digno de ver por su riqueza patrimonial, cultural y gastronómica.
LA PIZZA. LA ESTRELLA DE LA GASTRONOMÍA NAPOLITANA
Nápoles es la cuna de este exquisito manjar. En ningún sitio encontrarás pizzas mejores que estas. La pizzeria Port’Alba es la más antigua, y lo es por una sencilla razón: las pizzas que hacen son espectaculares. El horno con el que las preparan es especial, los materiales de que está hecho son secretos. Se dice que solo 2 personas en todo el mundo saben cómo hacerlo. Todas las pizzas que puedan servirte estarán deliciosas. Si no sabes qué elegir te recomiendo la pizza marinara. No porque tenga marisco, se llama así porque era lo que comían los marineros. Es la más sencilla, la más económica, y para muchos la más sabrosa. La pizza forma parte de la cultura napolitana. Tal como en España nos vamos de tapas, en Nápoles se van de ‘pizzeo’, por decirlo de alguna forma.
También en Nápoles se comen pastas, la más popular es "alle vongole" (con mariscos, más que abundantes en la región) y a la región también debemos la famosa "Ensalada Caprese" que forma parte del menú internacional.
En materia de postres, los napolitanos también exportaron los famosos "sfogliatella" y el archi popular "gelato" (crema helada) o cannoli.
LO IMPRESCINDIBLE
1. PANORÁMICA DE LA CIUDAD, DEL VESUBIO Y LA BAHÍA (dos opciones)
La cartuja de San Martino
Nápoles se asienta entre volcanes y sobre colinas. La de Vomero es una de ellas. En su cumbre se se ubican dos monumentos cuya visita recomiendo en primer lugar en esta lista por dos razones. Una por su belleza. Y dos. Porque son dos miradores que nos permitirán ubicar y entender la ciudad. Al contemplar una panorámica de Nápoles se hace evidente la colosal dimensión de la ciudad, la tercera más grande Italia. Y la belleza de la bahía con la estampa del dormido pero siempre imponente Vesubio como compañero y la silueta de la isla de Capri en frente.
El castillo de Castel dell’Ovo o Castillo del Huevo
2. La plaza de Jesús Nuevo
El Duomo o Catedral
Este barrio situado en pleno centro de la ciudad denota la estrecha vinculación que ha tenido siempre Nápoles con España. Una de las calles se llama Vía Toledo, en conmemoración de Pedro Álvarez de Toledo virrey de Nápoles desde 1532 hasta su muerte en 1553. El barrio español se extiende hasta el puerto.
Calle de los Belenes de Nápoles o Vía San Gregorio Armeno
Plaza del Palacio
Nápoles se asienta entre volcanes y sobre colinas. La de Vomero es una de ellas. En su cumbre se se ubican dos monumentos cuya visita recomiendo en primer lugar en esta lista por dos razones. Una por su belleza. Y dos. Porque son dos miradores que nos permitirán ubicar y entender la ciudad. Al contemplar una panorámica de Nápoles se hace evidente la colosal dimensión de la ciudad, la tercera más grande Italia. Y la belleza de la bahía con la estampa del dormido pero siempre imponente Vesubio como compañero y la silueta de la isla de Capri en frente.El castillo de Castel dell’Ovo o Castillo del Huevo
2. La plaza de Jesús Nuevo
La Piazza del Gesù Nuovo es el símbolo del centro histórico de Nápoles, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Recibe el nombre de la iglesia que está en la plaza pero que en e lsiglo XVI era un palacio.
El Duomo o Catedral
Posee el baptisterio más antiguo de Occidente: el Baptisterio de San Juan en Fuente con mosaicos paleocristianos del siglo IV. En la catedral encontrarás la conocida Sangre de San Genaro, que según cuenta el milagro, se vuelve líquida todos los 19 de septiembre, fecha de la muerte del Santo.
El Barrio Español
Este barrio situado en pleno centro de la ciudad denota la estrecha vinculación que ha tenido siempre Nápoles con España. Una de las calles se llama Vía Toledo, en conmemoración de Pedro Álvarez de Toledo virrey de Nápoles desde 1532 hasta su muerte en 1553. El barrio español se extiende hasta el puerto.
Calle de los Belenes de Nápoles o Vía San Gregorio Armeno
Esta calle y sus preciosas tiendas de artesanía navideña no sólo están abiertas en época de navidad, si no que se pueden disfrutar durante todo el año y es una visita obligada.
Plaza del Palacio
La plaza del Plebiscito es el corazón de Nápoles. La más visitada y monumental, famosa por su perfecta forma elíptica, lo que la convierte en un punto buen punto de encuentro y un escenario privilegiado para eventos varios, conciertos… Es su distribución en cuatro ejes de poder lo que más llama la atención. Con el Palacio Real y el Palacio del Gobierno en uno; y el palacio de la Foresteria y la Iglesia de San Francisco en el otro. Dos esculturas ecuestres de Carlos III y Fernando I en el centro completan la estampa.
Galería Umberto
Es una galería comercial a la que se accede desde la Piazza Plebiscito. Su arquitectura es impresionante, y alberga el teatro más antiguo del mundo en funcionamiento, el Real Teatro de San Carlos. Visitar la Galería y el teatro son paradas obligatorias en Nápoles, no puedes irte sin verlas.
Ciudad Subterránea o Túneles borbónicos
El metro más hermoso de Europa
Se construyó en el siglo XVIII, como un pasadizo subterráneo para comunicar el Palacio Real con los cuarteles militares y con la plaza Vittoria, con salida al mar, donde el rey podía embarcar y huir por mar en caso de ataque.. Piérdete en los pasadizos subterráneos con más de 2.000 años de historia, decenas de kilómetros e incluso las ruinas de un teatro romano. Durante la II Guerra Mundial las catacumbas fueron utilizadas como refugio de los Aliados durante los bombardeos a la ciudad.
Estación Universidad. Metro Nápoles
El metro de Nápoles también es un monumento bajo tierra, aunque este tiene un matiz mas moderno. Con el fin de lavar la cara del medio de transporte más utilizado, se desarrolló hace ya años el proyecto llamado “las estaciones del arte”, una iniciativa que recorre varias paradas como Karim Rashid, Sol Le Witt o el arquitecto y diseñador catalán Óscar Tusquets, creador de la estación de “Toledo”, creada en colaboración con Robert Wilson, al autor del llamado “pasaje marino”.
Estación Toledo. Oscar Tusquets. Metro Nápoles
Para saber más del Proyecto de Tusquets en el metro de Nápoles (pincha en este enlace)
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