Obra comentada por la alumna Myriam Toro.
Identificación
Se trata de una obra escultórica, el pórtico de un templo. Tiene una función didáctica y decorativa. Representa como un catecismo pétreo el Apocalipsis de San Juan. Se labró a finales del siglo XII. El autor más importante es el maestro Mateo. Es la portada principal de la catedral de Santiago de Compostela (iglesia de peregrinación). Es el Pórtico de la Gloria, pertenece al Arte Románico.
Análisis
El pórtico está dividido en tres vanos, correspondiéndose cada uno con una nave del interior de la catedral. Al ser una obra del Románico tardío, vemos no solo personajes severos y majestuosos, sino también individualizados en sus rostros y actitudes, más humanizados anunciando el Gótico.
La funcionalidad del tímpano responde a una cristianización de los frontones griegos. Las figuras se deforman para adaptarse al marco y para aumentar la expresividad de las mismas. Eso da como resultado figuras rígidas que siguen la ley de la frontalidad. Evitaban representar el cuerpo humano desnudo. Es evidente, además, la actitud de “horror vacui” en la abundante decoración que no deja espacios vacíos.
El cuerpo central del pórtico no tiene dintel. Las jambas están divididas en dos cuerpos, uno inferior y otro superior donde se representan profetas y apóstoles que parecen conversar entre ellos. En el parteluz vemos al apóstol Santiago, punto central del programa iconográfico, que recibe a los peregrinos.
El tema de la portada es la visión apocalíptica de San Juan. La descripción comienza desde arriba, en las arquivoltas, donde encontramos los veinticuatro ancianos del Apocalipsis, portando instrumentos medievales.
En el tímpano se representa la escena más importante: de un tamaño mayor, siguiendo la perspectiva jerárquica, está el Pantócrator, mostrando las heridas de la crucifixión. Está rodeado por los Tetramorfos, los cuatro evangelistas con sus respectivos símbolos.
Sobre el dintel, un grupo de ángeles porta los símbolos de la Pasión. En el fondo aparecen los Bienaventurados, en dos frisos horizontales y de un tamaño mucho menor.
Ninguna de las dos oberturas laterales del pórtico tiene tímpano. La izquierda está dedicada a la Ley de Moisés, y la derecha, al Juicio Final.
Las esculturas están talladas en granito o mármol, y conservan parte de su policromía original.
El Pórtico de Gloria es una obra de finales del siglo XII, Románico tardío. El Románico fue un estilo muy breve, durando apenas un siglo, y conviviendo al final con el Gótico. Fue autónomo, se desarrolló durante la Alta Edad Media, y se considera un arte feudal y el primer estilo internacional europeo. Nació en la abadía de Cluny, Francia. Recibió influencias de los bárbaros, pero también califales de Córdoba y orientales de Bizancio. Se expandió por toda Europa gracias a los caminos de peregrinación, en especial del Camino de Santiago, y a las Cruzadas.
Es un arte altamente simbólico y con una función pedagógica religiosa: lo utilizaban para enseñar mediante imágenes a la población iletrada. Toda la temática se extraía, por tanto, del Antiguo y del Nuevo Testamento y de las hagiografías. Abundaban las alegorías sobre pecados, vicios y virtudes.
El maestro Mateo es uno de los pocos autores que se conocen de este periodo, debido a la pérdida de importancia que sufrió el artista. Sin embargo, se cree que él solo supervisó la obra, realizada en realidad por los alumnos de su taller.
Otras obras escultóricas importantes son el tímpano de San Pedro de Moissac (Francia), en España destacan el Monasterio de Ripoll, el claustro de Santo Domingo de Silos, o la Portada de las Platerías, en la misma catedral de Santiago de Compostela.
El Pórtico de la Gloria es el broche de oro a la evolución de la escultura románica, siendo una obra de transición al Gótico. Así, se trata de la unión de dos formas de pensamiento, pasando de la visión teocéntrica a una nueva visión de la naturaleza más humanizada.
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