19/2/14

El Moisés. Obras comentadas por los alumnos



Identificación

Es una escultura con función funeraria y religiosa,
es la figura central de la tumba del Papa Julio II, se encuentra en la iglesia de San Pedro in Víncoli, en Roma. Fue realizada en 1515 por Miguel Ángel Buonarotti, escultor florentino. Pertenece a la etapa de Cinquecento  del arte Renacentista.





ANÁLISIS
Está realizada en mármol blanco y se trata de una escultura exenta, de cuerpo entero y sedente, aunque dada la configuración del sepulcro (tipo fachada adherido al muro), la obra sólo puede ser contemplada frontalmente. El tema es bíblico: el profeta Moisés, al regresar de su estancia de cuarenta días en el monte Sinaí, portando bajo el brazo las Tablas de la Ley para enseñárselas a los israelitas, contempla horrorizado cómo éstos han abandonado el culto de Jahvé (Jehová) y están adorando al Becerro de Oro. El tema representado (el episodio) hay que situarlo en una narración más extensa que abarcaría desde la vida de Moisés y el cautiverio del pueblo hebrero en Egipto, hasta que éste los conduce a la Tierra Prometida (Palestina), después de un largo periplo a través del desierto aunque él nunca llegará a ver la tierra prometida

El modelado es perfecto; Miguel Ángel ha tratado el mármol, su material predilecto, como si fuera la más dócil de las materias. El estudio anatómico es de un naturalismo asombroso, los brazos del profeta exhiben la fortaleza y tensión de un atleta, a pesar de la edad madura del mismo. El mármol blanco pulido deja resbalar la luz. Las ropas caen en pliegues de gran naturalismo, donde los contrastes de luces y sombras que provocan profundos huecos en el mármol, otorgan a la figura su rotundo volumen.
La composición está muy estudiada; se estructura en un eje vertical desde la cabeza hasta el pliegue formado entre las piernas del profeta, cuya figura queda enmarcada por dos líneas rectas verticales en los extremos. Existe un ligero contrapposto (a pesar de la posición sedente) marcado por el giro de la cabeza y la simétrica composición entre brazo izquierdo hacia arriba y derecho hacia abajo, así como pierna izquierda hacia fuera y derecha hacia dentro. Las líneas rectas quedan dulcificadas y compensadas por dos líneas curvas paralelas: la que forma la larga barba hasta el brazo izquierdo, y la iniciada en el brazo derecho estirado hasta la pierna izquierda.
Con esta compleja composición, el artista sugiere el movimiento en potencia; los músculos están en tensión, pero no hay movimiento en acto. Consigue que este coloso no resulte pesado, sino grandioso. Capta el instante en que Moisés vuelve la cabeza y va a levantarse, lleno de furia ante la infidelidad de su pueblo. Esta ira, la "terribilitá", que le embarga se expresa en su rostro, que se contrae en un gesto ceñudo y feroz, anticipo de la cólera que estallará en breve. Miguel Ángel abandona los rostros serenos de su primera época y opta por una expresividad acentuada y dramática, anunciando ya el Barroco.
Posiblemente sea producto no sólo de su propia evolución personal, sino también de la influencia que sobre él ejerció el descubrimiento del grupo helenístico del Laocoonte (1506). Es la culminación del idealismo dramático que caracteriza esta etapa de su producción escultórica y que también observamos en su pintura.

Comentario

El Renacimiento es un periodo artístico que nace en el siglo XV, Italia. En el siglo XVI se conoce como Cinquecento y la cuna del arte reside en Roma, debido a la crisis que sufrió Florencia.

Los pilares sobres los que se sustenta el Renacimiento son: auge y desarrollo cultural, recuperación de la antigüedad clásica y renovación del pensamiento filosófico, basados ahora en los principios del platonismo y humanismo (antropocentrismo).

Podemos ver en esta escultura las características del estilo renacentista: acentuado naturalismo, interés por la figura humana y su anatomía (el cuerpo como expresión del ideal humanista de virtud y fortaleza y no como depósito del pecado, como era percibido en la Edad Media), tal como corresponde a la cultura antropocéntrica del periodo humanista; al igual que en la Antigüedad clásica, se crean: composiciones equilibradas, armoniosas, movimiento en potencia, perfección técnica.

Todas estas características, no obstante, han de ser matizadas según la naturaleza de la obra y el autor del que se trate, ya que Miguel Ángel es, en sí mismo, un caso excepcional por la calidad de sus obras y la evolución estilística que ofrece en su larga vida: desde el idealismo clásico de influjo de Donatello hasta el dramatismo de sus obras de madurez o la distorsión (anticlásica) de sus últimas versiones de la Pietá, antecedentes ya del Barroco. Moisés imponente pertenece al Manierismo.
Rocío Lozano

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